lunes, 22 de septiembre de 2008

Un despedida sin adiós!...

Pues no se como empezar...
...Una noche cualquiera, en vísperas de lo que prometía ser un gran día, y un gran fin de vacaciones, pero tan temprano como el comienzo de un amanecer, llegó lo que fue un sobresalto que hizo despejarme de pronto...sorpresa, nervios, preocupación, ansiedad, sudores frios...todo ello de golpe, como si de una mezcla de sentimientos se tratase. Nunca estás preparado para ello, aunque ya lo hayas vivido...
Unos minutos necesité para asimilar y acabar de creermelo, podría habermelo esperado, sabes que el día llegará, pero a pesar de que estaba aún más presente que podría llegar, era como si creyese que nunca llegaría.

(Además, ahora que recuerdo, era el cumpleaños de mi padre, vaya un "regalo").

Nos disponiamos a ir allí, cuando viajar es lo que menos apatece, un viaje más silencioso de lo habitual, y también más largo y pesado, no solo tenía que que cargar con mi pesar, sino que una jaqueca enorme tuvo la amabilidad de acompañarme durante todo el día, haciendolo todo mucho más duro de lo que por sí solo ya era. Una vez hubimos llegado, solo quedaba saludar a todos los que allí se encontraban, principalmente de la familia.

Una gran pena me embarga cuando empiezo a pensar que únicamente en ocasiones por el estilo es cuando todos nos volvemos a encontrar...

Bastante largo también se hizo ese día, sentandome dentro, fuera, yendo de un lado para otro, casi no podía estar quieto a pesar del cansancio y el sueño, y el dolor de cabeza que aún me acompañaba...una noche igualmente larga, incluso ya no sabía en que ocupar mi tiempo, pero simplemente sentandome tranquilo conseguí pasar el tiempo...Cuando desperté ya había amanecido pero me apetecía estar un rato solo, y cuando volví a encontrarmelos a todos allí, en el sitio en cuestión, el habiente que se respiraba parecía todavía más triste y tenso que el día anterior.

Caras largas, casi todos inquietos, alguna charla y alguna risa, hacían algo más ameno aquel rato, aquel tiempo que pasaba de formba extraña, que parecía no avanzar, pero que sin embargo lo hacía muy rápido, o muy lento, dependiendo del momento, así que era practicamente imposible saber en que hora del día me encontraba.
Aunque no era eso lo peor, sino verlos a todos con esa expresión y sin poder hacer nada, y me refiero con ello a algunas personas en concreto, que incluso lo llegué a sentir más por ellos que por mí mismo.

Pensando que estará mejor allí donde esté, intento no venirme abajo. Un merecido descanso, después de una vida larga y dura, donde esos malos y sobretodo buenos momentos siempre vivirán en el recuerdo de cada uno de nosotros, de modo que intento no estar tan triste...no hubiera querido que estuviese así
De esta forma transcurrió parte de este fin de semana, que fue lo que el mismo título dice...
y puesto que eso ya pasó...
...ahora con lagrimas en los ojos, pero una sonrisa en el corazón, abuela, te digo adiós

2 comentarios:

Genrou dijo...

Lo siento mucho, Ryû. La verdad, no sé qué decir en estas situaciones, quizá porque a mí me pasó lo mismo hace relativamente poco y sé que no es fácil acertar con las palabras adecuadas.

Así que espero que ya estés mejor y ánimo para superarlo.
Otra vez, lo siento.

Ryû dijo...

pues gracias, no te preocupes ^^
soy un tío fuerte jajaja
Y a estoy otra vez riendo y soltanto pamplinas...es k si no, no sería yo ^^